En una vuelta que parecía impensada tras la pandemia, las tarifas navieras han vuelto a dispararse, reviviendo problemas que se creían superados y amenazando con impactos significativos para los consumidores chilenos. Este fenómeno, impulsado por una confluencia de factores globales, está generando preocupación en diversas industrias nacionales.
Malas noticias para las empresas
Esta semana, varias empresas en Chile, que dependen en gran medida del comercio internacional, recibieron la noticia de un inminente aumento en las tarifas de fletes marítimos a partir de julio. Las navieras han anunciado incrementos significativos, provocando un fuerte dolor de cabeza en las altas gerencias, que ven cómo sus márgenes se ven golpeados por el creciente costo del transporte marítimo.
Esta situación ha despertado las alarmas de economistas y analistas, quienes advierten sobre el impacto negativo que esto podría tener en los consumidores chilenos, en un momento en que el país lucha por superar una crisis inflacionaria sin precedentes en los últimos 30 años.
¿Qué factores podrían estar influenciando esta escalada en los precios?
Varios factores se han conjugado para desatar esta escalada de precios, recordando los tiempos de la pandemia de COVID-19, cuando las tarifas navieras alcanzaron niveles récord. Entre las principales razones se encuentran la crisis en el Mar Rojo y el Canal de Suez; los ataques a buques mercantes y las restricciones de navegación han obligado a las navieras a tomar rutas alternativas más largas y costosas, incrementando los costos operativos.
Las regulaciones sobre emisiones de carbono en la Unión Europea donde las nuevas normativas ambientales han impuesto impuestos adicionales a los operadores de buques, trasladando estos costos a los precios del transporte.
Sequía en el Canal de Panamá: La disponibilidad de agua ha reducido el número de tránsitos y aumentado los costos operativos.
El Global Container Freight Index indica un alza de 147,6% en un año, con precios promedio que rozan los US$3.500 por contenedor de 40 pies, comparado con los US$1.048 de octubre de 2023.
Impactos en el comercio minorista chileno
Fuentes del retail nacional reconocen que el alza en las tarifas navieras se ha convertido en un problema significativo. Con el transporte marítimo representando entre el 11% y 17% de sus costos, estos aumentos inevitablemente se reflejarán en los precios al consumidor final. Aunque la baja en el tipo de cambio podría ofrecer algún alivio, la situación sigue siendo preocupante.
Gremios empresariales han comenzado a manifestar sus quejas. Fernando García, presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas Metalmecánicas (Asimet), señaló que las tarifas desde China a puertos chilenos han aumentado dramáticamente, de US$2.500 a US$7.000 por contenedor de 12 metros, un alza del 180%.
Consecuencias y proyecciones
Janan Knust, fundador de KLog.co, atribuye el aumento de tarifas a una combinación de factores como desvíos provocados por conflictos, aumento de carga en México, congestión portuaria y problemas de espacio y equipos en China. La reducción de servicios por parte de las navieras ha incrementado la demanda y, consecuentemente, los precios.
El coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González, destaca que este aumento en los costos de transporte es una mala noticia para la lucha contra la inflación, ya que incrementará el costo final de venta de bienes transados internacionalmente. En tanto, Juan Ortiz, economista senior del OCEC-UDP, sugiere que el impacto para los consumidores dependerá de cómo las empresas absorban estos costos y la estructura del mercado.
Tomando nota de lo anterior, el incremento en las tarifas navieras plantea un desafío significativo para la economía chilena, con repercusiones directas en los precios al consumidor. La combinación de conflictos geopolíticos, regulaciones ambientales y cambios climáticos ha creado una tormenta perfecta que amenaza con prolongar la crisis inflacionaria en el país. La vigilancia y adaptación a estos cambios serán cruciales para mitigar los impactos negativos en el mercado nacional.
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